El pantano

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Eran momentos intensos
dos cuerpos unidos
por amor y por deseo.

Una lujuria alimentada
por cada caricia, cada beso
un miembro penetrante
adentrándose perpetuo
lubricado por los flujos
del manantial del placer.

Empujones, apretones
pellizcos y uñas clavadas
una chispa electrizante
nos sacude descarnada
y a los embates del orgasmo
enloqueces y desbordas.

Tu sexo es ya un pantano
en el que chapoteo feliz
y sorprendida por la oleada
tras recuperar el aliento
te ries de lo que ha pasado.

Tan perpleja como excitada
quieres vivirlo de nuevo
y nuevamente, se produce.

No ha sido casualidad
sino la delicia más dulce
que pudiste imaginar.
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