DUEÑO DE NADA

DUEÑO DE NADA

Pretendiste llegar a las puertas abiertas
De mi propia alma
Guardar bajo llave cada sentimiento encontrado
Ser dueño de todo
Para al final ser yo la dueña de nada,
Lo que había sido el amor,
Dulzura, sonriente de mi alma,
Dejaste hecho añicos,
Estropajo con el que muchas veces limpiaste
Con cada caricia que te entregaba
Golpes y celos a mi corazón dabas,
Aun así eres dueño de todo,
¿y yo?
La dueña de nada,
No importaba el desvelo
Noches frías en madrugada
Te esperaba con anhelo
Y tu mi cuerpo rechazabas
Si lo hacia yo ¿que pasaba?
Noches de estruendos
Lluvia sobre la almohada
Querías dominar mis paso
Cada espacio en mi andar
Querías tener todo
Y yo de ti solo un poco mas,
Te hacías llamar señor
¿y yo?
La ama de casa
Tan cotidiana se volvió la vida
Que las paredes de mi alma
Cultivaban telarañas,
Disfrutabas tus momentos
Mientras que yo
Sirviendo en tu casa.
Lo que un día prometiste
Amarme hasta la muerte
Fue barrido por la brisa
Mi mente no recuerda
El último verso o la última flor (aunque sea marchita)
Había sido yo cautiva de tu amor
Mal intencionado
Prisionera de tus manos, de tu boca, de tu espacio
Hoy
En esta nota dejo claro,
No me voy porque me hechas
Yo corro porque me he librado
De tu alma no fui dueña
De mi no serás nada,
Soy yo poseedora de mi vida
Me voy a soñar con mis alas
Soy dueña de mi mundo
Y tú, el dueño de la nada

me encantaron tus versos. pocas son las personas que sienten y pueden plasmar en papel algo tan cercano a lo que se vivio. me intereso porque mucha gente se puede sentir identificada. yo escribo igual, mas adelante voy a publicar uno. lo tuyo es muy bueno isabel.