Mujer de pocas palabras

Ya no recuerdo su nombre, pero sé que la deseaba
Y cuanta mas gente veía, más lejos de mí estaba
Fueron pocos los momentos en los que la recibí
Pero cada uno de ellos, brillaba como un rubí

Y sentía yo la inspiración, descubriéndome a mi mismo
Ella no me festejaba, pero seguía mi ritmo
Cuando se iba la añoraba, tanto que hasta me dolía
Ni un familiar ni un amigo, sabían que ella existía

Llegué a pelearme con todos, me volví tan iracundo
Que ataqué a quien me quería con un proceder inmundo
Hasta que al fin lo logré, ella conmigo estaría
De aquí a la eternidad seguro que duraría

Más su silencio valioso, un día tuvo su peso
La luz que tenía mi alma, se volvió de un negro espeso
No soporté reflejarme en ella con mis temores
Ya que sólo conocía lo mejor de mis valores

Su indiferencia que antes se tornaba interesante
Ahora me agobia profundo, y me vuelve vacilante
Quiero llamar a los míos, reclamar sus atenciones
Más fui demasiado lejos y los llené de rencores

Morir hoy preferiría a soportar su presencia
Pero el honor me lleva a aceptar la convivencia
Si la busque tanto tiempo, con egoísmo y maldad
Ahora debo acostumbrarme a esta maldita soledad