musa de ensueño

Fueron mis anhelos que me hicieron soñarla
cual princesa de un cuento.
Fueron mis anhelos que me hicieron soñarla
con alma de poeta y estampa de musa.
Fueron mis anhelos que me hicieron soñarla
cándida y buena,
traviesa y tierna,
dulce y graciosa,
sabía y amorosa,
bella e inocua
como rosa sin espinas.
Fueron mis anhelos que me hicieron soñarla
tan rubia como el sol,
con ojos de esmeralda,
con labios sugestivos y encarnados,
y con piel blanca rosa
cual el matiz sutil de primorosa flor.

Luego fue mi sueño que me hizo buscarla
por todos los reinos.
Luego fue mi sueño que me hizo extrañarla
antes de conocerla
y cuando parecía solo una quimera
pude hallar su rastro en una rivera,
y al seguir sus huellas
tuve la fortuna de hablar con ella.

Después confabularon el azar y el devenir
de un trance gris
y fui confinado de su entorno dorado,
pero otra vez mi sueño me animó a buscarla
y pude encontrarla coronada de reina
en su rincón florido,
suspendido en el aire como un trozo de cielo,
cual recinto de fábula.
Y en sus paredes blancas hechas de fantasía
adornan corazones y abunda la alegría,
y sus puertas abiertas de noche y de día
acogen con amor
a todo peregrino en busca de calor.

Ahora es cuando mi alma por fin se regocija
y quiere cantarle a la musa de ensueño
que nació en la trama de mis caros anhelos.
Ahora es cuando mi alma por fin se regocija
y quiere cantarle a la musa de ensueño
que al llegar el alba resplandece como el sol
y durante la noche brilla aun dormida
con luz blanca y serena
como el destello plata de la luna.

Ahora es cuando mi alma por fin se regocija
y quiere cantarle a la musa de ensueño
que encanta con sus versos
y con su belleza inspira.
Ahora es cuando mi alma por fin se regocija
y quiere cantarle a la musa de ensueño
que inevitablemente cautiva a los poetas
cual rosal a los enjambres
o como la luz atrapa
a la frágil alevilla.

Ahora mi ser ilusionado otra vez vuelve a soñar
con la dicha de un día
muy de cerca poderla contemplar.
Ahora mi ser ilusionado otra vez vuelve a soñar
con la dicha de un día
solazarme con su voz cual canto de sirena.
Ahora mi ser ilusionado otra vez vuelve a soñar
con la dicha de un día poderme aproximar
y como ladrón tal vez un dulce beso
poderle arrebatar.