"LOS ZAGUÂNES DEL AMOR"

"HOY", es inicio de un mes por demâs hermoso por sus muchos ritos que sirven para reunir a los seres que se aman, y "HOY" tambiên mi paîs sufre por las lluvias las que dejan a su paso heridas por muertes, deslizamientos de montañas y vîas fracturadas. ¿Es sôlo por la naturaleza? o ¿Nuestro obrar representa amenaza contra lo natural?
Intentando siempre desde los sentimientos, escribo este tema.
Cuando se gesta el amor incondicional: Humildad, Cordialidad, Empatîa y ternura, podrîamos hablar de los zaguânes del Amor.
Sôlo cuando estamos al borde de perder la salud, la familia, la vida, la seguridad, es cuando surge en nosotros la idea de una instancia superior ante la que nos postramos. Descubrimos a veces demasiado tarde, la necesidad de pedir ayuda.
La Humildad es el camino hacia la apertura del corazôn, si no abrimos el corazôn no podremos abrir la mente. Si no abrimos el corazôn y la mente nunca podremos comprender. Y si no comprendemos, no podremos amar.
Las personas cordiales nos hacen sentir que somos acogidos, es punto de partida a la amistad y al amor incondicional. Es consideraciôn y aprecio, respeto y valoraciôn.
Implica la disponibilidad para una buena acogida, capacidad para hacer sentir bien al otro. Es como un abrazo invisible.
Empatîa es una variedad universal del amor, atracciôn que de pronto nos envuelve, afinidad, mutua aceptaciôn que facilita la relaciôn. Todas las cosas tienen grados relativos de sensibilidad que permiten resonancias y correspondencias, que trascienden las distancias.
En la Ternura comienza el amor incondicional, la fluidez de un sentimiento ilimitado que abre el corazôn a la magia de compartir los momentos.
Cuando ya no hay ninguna prisa, fluye întegro en nosotros el primitivo Ser.
"El Amor necesita un recipiente".
No tiene sentido un amor que no encuentra sus canales de expresiôn, ¿hay algo mejor?, que a travês de "LOS ZAGUÂNES..."