La fuerza de la sangre.

La alarma se activó en la comisaría, todo el mundo corría, se alistaban, comenzaban las comunicaciones radiales, el recientemente incorporado oficial Lastra no entendía muy bién lo que estaba pasando. Interrumpió la carrera de uno de sus compañeros y al interrogarlo este le respondió ¡la Hiena ataca de nuevo!!. Prestamente se dirigió al despacho del comisario para ponerse al tanto, cuando entró se vió frente al comisario que, con gesto adusto le ordenó, ¡¡vamos Lastra, en el camino le informo!!. Durante el viaje el comisario le dió los detalles.La Hiena es el criminal más sanguinario de este país, un asesino que toma lo que quiere y no mide ningún tipo de consecuencias, en este momento acaba de asaltar un banco del centro y tiene de rehenes a una docena de personas,¡¡ rece por ellas Lastra!!, el siempre escapa y deja tras de sí regueros de sangre humana, y tanto él como sus secuaces parecen disfrutarlo.
Dentro del banco todo es tensión, la Hiena, dá órdenes amenaza, dirige toda la operación con una frialdad sorprendente, los rehenes, aterrorizados, solo atinan a llorar en silencio su suerte, de pronto suena un teléfono, es el mediador del operativo policial, la hiena comienza con sus exigencias y amenaza con ir asesinando uno a uno los rehenes si estas no se cumplen, el mediador le solicita más tiempo, con una risa demoníaca la hiena exclama, ¡¡ustedes nunca aprenden!!. Se acerca a uno de los rehenes, una joven empleada del banco, la toma de los cabellos y le acerca el arma a la cabeza dispuesto a gatillar. En ese momento en la otra punta del salón, un hombre muy viejo, que había llegado al banco para cobrar su jubilación, se incorpora a duras penas y sin acatar los insultos de parte de uno de los integrantes de la banda que lo estaba custodiando, se pone frente a la hiena, levanta su cabeza, lo mira fijamente a los ojos, toma con sus desgastadas manos el brazo armado del asesino, lo acerca a su frente y le dice: ¡¡comenzá conmigo!!. La banda completa estalla en una risotada, ¡¡miren al viejo haciendose el héroe!!, todos rien a excepción de la hiena, que, con el rostro petrificado y sin mediar palabra, baja su arma, gira sobre si mismo, camina hasta la entrada del banco y sin ofrecer ningún tipo de resistencia se entrega. Al ver que el lider depone su actitud y sin encontrar respuesta a lo que acababa de pasar el resto de la banda es reducida por las fuerzas policiales. Pasado el hecho, los rehenes salen del banco, el comisario se acerca al viejo y simplemente le dice ¡¡gracias Juan!!, el viejo hace un gesto con la cabeza aceptando las palabras. El oficial Lastra, todavía perplejo por lo que ternimaba de presenciar le pregunta al comisario, ¡¡señor!! ¿me puede explicar como el asesino más trascendente en la historia criminal de este país es reducido por un viejo que apenas puede mantenerse en pié?. Es muy simple Lastra, responde el comisario, ¡¡ese viejo, es su padre!!.

Aclaración: El relato es mucho más largo, lo resumí para que no se les haga muy extenso, creo que la idea se entiende.